Trabajadores

31 de Mayo de 2013/SANTIAGO

Dos trabajadores posan para una fotografía en los terrenos de la obra de ampliación de la plataforma del Aeropuerto de Santiago, Arturo Merino Benitez, que permitirá aumentar en un 50% la capacidad de estacionamiento para los aviones, ayudando a disminuir los tiempos de espera de pasajeros en el terminal.

FOTO: HANS SCOTT/AGENCIAUNO

Con lluvia en Paine

Cruz de invierno

Y después de haber desistido, a los años, supo a lo que se referían con eso de que "la cruz del señor te ilumina"

Metro

Ahora que lo escribo, para otros esto podría haber sido la ruleta o el hipódromo, pero no era dinero lo que buscaba, en algún momento había empezado a sentir, a decidir que un vidrio de ventanilla en el metro podía traerme la respuesta, el encuentro con una felicidad, precisamente aquí donde todo ocurre bajo el signo de la más implacable ruptura, dentro de un tiempo bajo tierra que un trayecto entre estaciones dibuja y limita así, inapelablemente abajo. Digo ruptura para comprender mejor (tendría que comprender tantas cosas desde que empecé a jugar el juego) esa esperanza de una convergencia que tal vez me fuera dada desde el reflejo en un vidrio de ventanilla. 

Fragmento de "Manuscrito hallado en un bolsillo"

Julio Cortázar.

Foto que se pasó

La luz era como la acostumbrada en las cantinas del sector: Un tubo fluorecente en el techo que, por alguna razón, está a la mierda. Los carteles corcheteados a la barra de madera manchada por el poto de los vasos con pipeño y la música era algo así como Los Charros de Lumaco pero algo mas "under". 

Ella, pelo blanco y a la vista, andaba por los 80 y tantos. Él, no tan viejo pero si bien curado. 

El baile eran brazos saltando y una falda que se movía como campana. La escena perfecta para pasar rápido en bicicleta, por fuera, y no alcanzar a levantar la cámara por que no había luz y te podías sacar la cresta. 

Circo

Dos semanas antes de esta publicación, llegaba en el tren de Santiago a Paine junto a mi novia, cuando al bajar del automotor vi que se acercaban varios camiones al recinto aledaño a la estación y uno de ellos traía el nombre del "Circo Spacial". Por esas cosas casi de tradición fotográfica, siempre había querido conocer el circo por dentro. No fue difícil descubrirlo tras acercarme a Johnny (40) y Verónica (33), matrimonio circense, cada uno, desde nacimiento.

Johnny, junto a Verónica y a sus cuatro hijos, John (22), Leandro (17), Yorgen (12) y Jeremy (8), recorren en su camión verde con blanco, de sur a norte, como escapando de la lluvia, aparcando en las distintas comunas del país con un espectáculo de humor y malabares bajo una carpa que alberga no mas de cien personas cuando la temporada es auspiciosa. 

A diferencia de las gigantescas carpas de renombre, el Spacial se mantiene en pie gracias al suave humor de Papirote, payaso interpretado por Johnny Robles y a la delicadeza de Karina, nombre artístico de Verónica Rivera y su show de malabares en anillos, quienes, antes de que se enciendan las luces del escenario, realizan la labor de comerciantes, ofreciendo a los asistentes a la función, pequeños artículos como títeres o golosinas. 

Juntos, pretenden continuar con la cadena familiar que caracteriza a los circos, incentivando a John y Leandro a seguir en el trapecio y cuidando a Yorgen para que eleve su nivel de equilibrista. 

Tras visitarlos durante una semana, antes de la partida del circo a Melipilla, Johnny y Verónica me dieron las gracias por las fotos, con un café caliente y una amena conversación arriba de la casa rodante, durante una noche bastante fría. Al bajar la escalinata del camión, Johnny me dio un abrazo y me deseo suerte, con sus ojos tristes y su sonrisa cansada. 

Hace un momento hablamos por teléfono con Johnny, me dijo que venía llegando de hacer propaganda para cambiarse y realizar la función de las 21:30. Me mandó un abrazo. 

Hace una semana que no suena la propaganda en los altavoces de la camioneta... "Pasen a ver el circo, hoy como ayer, el circo..."

FOTOS: HANS SCOTT