Pues si señores, se continua con los gritos que desgarran los oídos del gobierno. Continuamos caminando por nuestras calles para abrir caminos, seguimos siendo los catalogados de terroristas, los insurrectos y subversivos que desestabilizan el orden público; somos los que hacen temblar a los gobiernos, los que no desisten tras una mesa de dialogo burguesa y burócrata, los que se dieron cuenta de que el dialogo es un arma usada en nuestra contra para dilatar el problema. Somos los que, a un estado sordo, a piedrazos lo haremos escuchar.
La desobediencia civil no es violencia, es el arma más potente para buscar la buena organización de los pueblos para el futuro.
Arriba los que luchan!
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